Este clásico atemporal ahonda en temas como la codicia, el poder y el sacrificio, con el París del siglo XIX como telón de fondo. La narración entrelaza los viajes de tres personajes: Goriot, un anciano curtido por las dificultades de la vida; Vautrin, una figura sombría con un pasado criminal; y Eugène de Rastignac, un joven e ingenuo estudiante de Derecho.